Pues como no podía ser de otra manera, cerramos la gira de Títeres en ruta en Morales del Vino, Zamora, donde se gestó materialmente el sueño de Popopopo.
Me explico:
En Morales vive el matrimonio Mayo, Dulce y Toño, padres de TitiriLaura y por ende, mis suegros.
Dulce y Toño son dos personas excelentes que desde el primer día se volcaron con el proyecto del grupo.
Hay que reconocerles su mérito, porque ya no son ningunos niños y el esfuerzo que han hecho para inventarse un teatro de títeres portátil para nosotros, ha sido enorme.
De sus mentes creativas y de sus ganas de ayudar, han salido todo el entramado metálico y los telones del retablo.
Toño con la radial y Dulce con aguja e hilo se pegaron una paliza enorme para crear el espacio con el que actuamos de un lado para otro.
No contentos con eso, nos han ayudado a poner a punto la caravana y nos han facilitado cuanto hemos necesitado para actuar.
Por todo ello, y por el cariño que les tenemos, quisimos hacer una representación gratuita a la puerta de su casa.
Para nuestro sorpresa, se corrió la voz por su urbanización "El Juncal" y por el municipio de Morales y hasta la allí se acercaron un gran número de niños y adultos, que hicieron de los cincuenta minutos de función, un rato estupendo.
Se que mis suegros han agradecido este detalle, porque conociendolos, comprarles cualquier pijada no les habría hecho ninguna ilusión...lo que de verdad les llena es compartir con los vecinitos y con amigos y extraños un rato de diversión.
Por supuesto Laura, Cesar y yo, os queremos mucho y os estamos muy agradecidos.
Y fíjate tu, que nosotros apenados por finalizar la gira y cuatro días más tarde, Títeres en Ruta se ha plantado en Olmedo, durante sus fiestas patronales, ya que nos resistimos a cerrar tan rápido esta experiencia tan inolvidable y nos hemos dejado contratar por Benja, técnico de cultura de Olmedo. Pero eso es otra historia y os lo contaremos en su apartado correspondiente.
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