No vean ustedes que solana.
En Villagonzalo, se programó la actuación a las seis de la tarde y siendo en las fechas que era, y en la provincia de Burgos, todos pensábamos que pasaríamos algo de frío.
Pero que va.
Hasta tal punto vimos mal la cosa, que trasladamos la representación a otra plaza, más pequeñita que la plaza mayor, pero al menos con un poco de sombra.
Villagonzalo es una localidad muy cerquita de la capital, con lo que se nutre de vecinos de Burgos, que han decidido marcharse a vivir a la tranquilidad de un pueblo.
Vinieron muchos niños y aguantaron el calor estoicamente (a base de globos de agua y polos de fresa).
También se acercaron nuestros amigos Tomás y Arantxa, de Imaginarcos quienes, al término de la función nos llevaron a su casa, donde vinito va, vinito viene, nos obsequiaron con una cenita fenomenal y con el calor de su amistad. Que bonito es tener tantos amigos...y tan buenos.
Hace que incluso en los momentos más difíciles de la vida todo tenga su puntito de luz.
Un abrazo grande para todos.
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