De vez en cuando, uno puede ser profeta en su tierra y eso es genial.
En Villavaquerín residen y trabajan los amigos de Soldegato Laboratorio de Ideas quienes organizaron un fiestón en la casa más bonita del planeta (la suya) al término de la actuación.
El pueblo estaba de fiestas y a la alameda donde montamos el tinglado se desplazó absolutamente todo el mundo.
Desde el alcalde, Diego, pasando por Domi, Carlota, Elena...un buen puñado de amigos y familiares.
Quitando un par de cosillas sin importancia, la función resultó más que divertida y todos disfrutamos un porrón, nosotros actuando y ellos riendose y bailoteando con la música, que para eso estaban en fiestas.
Cuando recogimos, para casa de los compis de Soldegato, a ponernos azulitos de comidita rica y bebida refrescante...y estimulante.
En ocasiones la vida ironiza, pero a mi no me quita el sentido del humor.
"¡Pues ahí nos veréis!, con una caravana roja y un coche lleno de lunares, viajando de pueblo en pueblo, por Castilla y León, llevando títeres, instrumentos musicales y mucha, mucha ilusión a precio de risa para que el teatro llegue allá donde nos llamen. En esta edición superaremos un nuevo reto: conseguir un montón de títeres que ayudarán a sonreir a unas cuantas niñas de Nicaragua..."
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