Lo prometido es deuda y, como dicen por ahí, “es de bien nacidos ser agradecidos” así que, tras dormir unas horas después de las cañitas post-Serrada, preparamos la caravana, hicimos acopio de víveres y pusimos proa rumbo a la sierra de Francia, más concretamente a Sotoserrano, donde nos hicimos fuertes durante la gira de Julio por estos pueblecitos tan bonitos como acogedores que se encuentran en la provincia de Salamanca. En Sotoserrano acudimos al camping Vega de Francia, lugar de gran belleza, a la orilla del rio “Cuerpo de hombre” donde hace escasos minutos me he dado un largo y refrescante baño con Laura y Cesar. Tan bien nos trataron Bienvenido y su familia (gerentes del camping) en nuestra pasada visita, que quisimos corresponder organizando una función en el camping para los niños y mayores que allí están de vacaciones.
Al llegar nos obsequiaron con una señora paella de la que no dejamos ni los restos (aún me duele la lengua de chupar la paellera) y, con la tripita llena (disculpen que use diminutivo pero si la denomino de otra forma me acomplejo), montamos el retablo, afinamos instrumentos y dimos una función bastante simpática y divertida. Nos hizo mucha ilusión que Bienve, que es un tipo duro donde los haya, se desternillara con nuestras bobadas y viniera luego con una sonrisa de lo más pueril a decirnos que hacía más de treinta años que no veía marionetas y que le habían traído muy buenos recuerdos. Su mujer, encantadora como siempre, insistió para que TitiriCesar optara a la plaza de profesor de música en el colegio de Sotoserrano, donde ella es presidente del AMPA (No confundir con el “hampa” que, aunque maneja más recursos, los fines son muy distintos). Al bueno de Cesar últimamente le llueven ofertas laborales y vemos que, al final, se lo van a quedar en cualquier pueblo de lo bien que transmite sus conocimientos musicales.
A mi sin embargo…no me quiere nadie (será porque es más barato hacerme un traje que invitarme a comer). Al terminar el show y tras tomar un “refrigerio” (jijijiji) nos encaminamos a Molinillo donde actuamos a las diez y media de la noche pero eso, si me lo permiten, lo voy a contar en otra crónica. Un abrazo enorme, que hay para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario