Visitando Atapuerca, me he dado cuenta de que sigo siendo un tipo absolutamente primitivo. Quizás el entorno ayudó bastante para sacar el “homo neardentalensis” que llevo dentro y ciertamente es maravilloso prescindir de los adelantos tecnológicos actuales, pintar paredes con las manos, hacer fuego con Yesca y diseñar gayumbos de hoja trenzada. Sí señor.
Cuál fue nuestra sorpresa, al encontrarnos en el pueblo con nuestro amigo Jorge (más conocido como “Chunda”) integrante de Celtas Cortos y La Musgaña, que se encontraba en Atapuerca con Diego (violinista de La Musgaña con quien además está formando un nuevo proyecto musical). Fue todo un lujazo que estos señores nos cuidaran, nos guiaran por el pueblo y para colmo nos sonorizaran. Que gente más maja, coñe.
Actuamos en la plaza mayor, ante un público muy numeroso y a mi juicio disfrutaron tanto pequeños (había un montonazo de niños) como adultos. Nuestros amigos Tomás y Aranxa de Imaginarcos se acercaron a vernos. El día anterior nos acogieron hospitalariamente, en su hogar, en Arcos de la Llana y nos trataron de maravilla, haciéndonos sentir como en casa. Un abrazo enorme, amigos. También otro para Petra. Nos debéis una visita.
Actuamos en la plaza mayor, ante un público muy numeroso y a mi juicio disfrutaron tanto pequeños (había un montonazo de niños) como adultos. Nuestros amigos Tomás y Aranxa de Imaginarcos se acercaron a vernos. El día anterior nos acogieron hospitalariamente, en su hogar, en Arcos de la Llana y nos trataron de maravilla, haciéndonos sentir como en casa. Un abrazo enorme, amigos. También otro para Petra. Nos debéis una visita.
Recomendamos desde aquí, visitar Atapuerca, ya que tanto por su valor cultural, como por su cuidada gastronomía va a satisfacer las expectativas de cualquier turista.
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