La asociación cultural “La fragua” organizó la llegada de la caravana a Villasur y, a eso de las siete de la tarde y tras habernos perdido unos kilómetros, llegamos hasta este hermoso pueblo.
Estábamos un poco cansados tras todo el jaleo de mi visita al hospital de Aranda de Duero y, aunque habíamos descansado un poco en el camping “Costaján” de Aranda (donde por cierto, el enrollado del propietario nos cobró cuarenta y ocho horas habiéndonos alojado menos de veinte), los cuerpos estaban ya algo resentidos de kilómetros y actuaciones.
No obstante, la ilusión y las sonrisas del público asistente ejercieron un efecto casi mágico y al saltar a escena se nos olvidaron todos los males. Fue una función estupenda en un entorno muy chulo. Entre el público nos encontramos con una señora que, a sus setenta y tantos años, sigue haciendo teatro y el hecho de que se acercara a felicitarnos y a darnos un beso, al termino de la actuación, fue para nosotros el más cariñoso de los reconocimientos a nuestro humilde trabajo. En Villasur estuvimos muy agustito y tras cenar unos embutidos de la zona y bebernos unos deliciosos tintos de verano preparados con buen Rioja, pusimos rumbo a Valladolid. José Arnaiz, de “La fragua” fue un perfecto anfitrión y esperamos volver a saludarle en unos meses.
Un abrazo para todos ellos y otro muy grande para todos vosotros.
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