A Villalobón llegamos algo preocupados, ya que fue un día de calor extremo y "Titirilaura" nos dio un buen susto al ponerse pachucha. Se conoce que está más habituada al clima polar.
Entre mareo y mareo y flojera de piernas, llegamos despacito a la plaza del ayuntamiento, donde entre Cesar y yo, preparamos todo el tinglado, en lo que Laura descansaba un poco y cogía fuerzas.
Siendo un pueblo grande, no asistió demasiado público (supongo que el dichoso calor africano tuvo algo que ver) pero entre el asistente, nos encontramos con la agradable visita de Cristina Durlan y Borja, su marido, una pareja entrañable, todo sonrisas y buen corazón y a quienes dedicamos la función con mucho cariño.
Entre mareo y mareo y flojera de piernas, llegamos despacito a la plaza del ayuntamiento, donde entre Cesar y yo, preparamos todo el tinglado, en lo que Laura descansaba un poco y cogía fuerzas.
Siendo un pueblo grande, no asistió demasiado público (supongo que el dichoso calor africano tuvo algo que ver) pero entre el asistente, nos encontramos con la agradable visita de Cristina Durlan y Borja, su marido, una pareja entrañable, todo sonrisas y buen corazón y a quienes dedicamos la función con mucho cariño.
Seguiremos emitiendo amigos.
Un besazo para todos
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