No es usual que la caravana despliegue su abanico de irrealidades en una capital de provincia, pero cuando nuestra amiga Marta, con quien compartimos tantas cosas en Accem, nos llamó para solicitar la actuación en las fiestas de su barrio, no pudimos negarnos.
Esta chiquilla es un cielote y una persona muy comprometida que igual está batiéndose el cobre por los refugiados políticos que dándolo todo por la gente del barrio.
Allá que nos fuimos y la verdad es que pasamos una tarde muy agradable.
La asociación de vecinos organizó una chorizada previa a la actuación, donde de forma gratuita se repartieron bocatas de tan suculento manjar y vasos de limonada.
Allí estuvimos César y yo, animando un poco la cola a base de pasodobles y muñeiras.
La función fue un exitazo de público, ya que se congregaron más de cuatrocientas personas (no las conté, pero a ojo me salían cientos de millones).
Al termino de la actuación, Marta nos llevó a una terracita donde repusimos los líquidos perdidos durante el show y nos hidratamos muy agustito a golpe de tinto de verano.
Ha sido un placer viajar a Palencia y encontrarnos con esta chavala tan maja y tan cariñosa.
Volveremos.
"¡Pues ahí nos veréis!, con una caravana roja y un coche lleno de lunares, viajando de pueblo en pueblo, por Castilla y León, llevando títeres, instrumentos musicales y mucha, mucha ilusión a precio de risa para que el teatro llegue allá donde nos llamen. En esta edición superaremos un nuevo reto: conseguir un montón de títeres que ayudarán a sonreir a unas cuantas niñas de Nicaragua..."
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