Pues ala, vámonos a Burgos.
Este año sin falta, saco el carné de conducir, que con la Vespa me he vuelto un comodón y lo cierto es que es una paliza para Laura tanto coche.
Menos mal que César la sustituye cuando la pobre no puede más, aunque que les voy a contar, yo me siento más seguro en manos de mi señora, no por nada, sino porque tiene muchos kilómetros de caravana y la experiencia es un grado.
A Brazacorta llegamos treinta y cuatro gradetes y cayendo el sol a plomo.
Tras ver la ubicación que nos habían destinado para la actuación, nos recorrimos el pueblo buscando un lugar donde los peques no terminaran fritos como boquerones y al final montamos el tinglado en un parquecito chiquitín a la entrada del pueblo.
Dio la casualidad de que junto al parque se encontraban los antiguos lavaderos y el pilón y como somos así de estupendos, nos pusimos el bañador y antes de actuar nos "caímos" al agua un ratito.
Durante la función Laura se clavó un junco en la planta del pie que le produjo una herida considerable y que trajo cola, ya que ha estado varios días con el pie malito haciéndose curas y caminando como "chiquito de la calzada".
Este año sin falta, saco el carné de conducir, que con la Vespa me he vuelto un comodón y lo cierto es que es una paliza para Laura tanto coche.
Menos mal que César la sustituye cuando la pobre no puede más, aunque que les voy a contar, yo me siento más seguro en manos de mi señora, no por nada, sino porque tiene muchos kilómetros de caravana y la experiencia es un grado.
A Brazacorta llegamos treinta y cuatro gradetes y cayendo el sol a plomo.
Tras ver la ubicación que nos habían destinado para la actuación, nos recorrimos el pueblo buscando un lugar donde los peques no terminaran fritos como boquerones y al final montamos el tinglado en un parquecito chiquitín a la entrada del pueblo.
Dio la casualidad de que junto al parque se encontraban los antiguos lavaderos y el pilón y como somos así de estupendos, nos pusimos el bañador y antes de actuar nos "caímos" al agua un ratito.
Los niños de Brazacorta nos entregaron un buen puñado de títeres para enviar a Nicaragua, por lo que les estamos muy agradecidos...tan majos y tan solidarios ellos.
Desmontar, un traguito de tinto de verano titiritero y...¡¡¡rumbo a Espejo de Tera, Soria!!!
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