Y así es, hasta fuentes de Ropél, donde la asociación Cultural "Iniciativas Ropelanas" ha decidido llevar a la plaza los "Títeres en ruta", se desplazó un equipo de Televisión Española, que ha tenido a bien hacer un reportaje sobre nuestra aventura "caravanil" y sobre estos humildes titiriteros. A fuentes de Ropel nos fuimos después de pasar una estupenda mañana en el río Tera.
La zona de baño de Camarzana de Tera es francamente deliciosa, con una pradera amplia y limpia, con mesitas para disfrutar de la comida, o de un ratito de charla, con barbacoas para asar chuletillas, costillas y cualquier cosa que termine en "illa" (morcillas, sillas, jeringuillas y mesas camilla, por ejemplo).
El río es de aguas cristalinas, con una gran variedad de "pescaitos" y allí sacamos nuestros neoprenos y nuestros equipos de buceo y pasamos un buen rato buceando.
Que vida más dura, la del titiritero.
Pues bien, sobre las seis de la tarde quedamos con el equipo de la tele, integrado por un viejo conocido del mundo de las vespas: Guille "vespatan" que además de aguerrido escuterista, es cámara de televisión, Paz, una operadora de cámara tan maja como profesional y Estefania,la entrañable redactora.
Primero estuvimos rodando planos en movimiento, con la caravana por las carreteras y llegando al pueblo.
Nos entrevistaron uno a uno y la verdad es que estoy deseando ver el resultado, porque no recuerdo la cantidad de bobadas que pude decir, víctima de los nervios.
Los vecinos de Santibañez acudieron en masa a la representación y entre el público nos encontramos con rostros conocidos, que habían acudido a vernos actuar en Manganeses y repetían junto a sus familiares en Santibañez.
Esto, nos hace mucha ilusión porque si despues de habernos visto dos días antes, una familia se desplaza unos cuantos kilómetros para volver a vernos, quiere decir que han quedado contentos y eso motiva mucho.
La gente de la asociación "iniciativas ropelanas", fue absolutamente paciente y encantadora y Yolanda, nuestro contacto, se ocupó en todo momento de que no nos faltara de nada, teniendo además el detalle de invitarnos a cenar a todos (muchachos de la tele incluidos) al término del show.
La función va cobrando más fuerza con cada día que pasa y aunque estábamos algo nerviosos con las cámaras y demás ( a mi se me olvidó un acorde con la guitarra) creo que conseguimos que el público pasara un rato divertido.
Un muy buen día, en el que disfrutamos como niños pequeños tanto con el espectáculo, como con la llegada de la tele.
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