Desde Brazacorta a Espejo, apenas tardamos dos horas, aunque se nos hicieron interminables, no solo porque estábamos deseando llegar a Espejo y disfrutar de sus fiestas, sino porque allí nos esperaba un buen número de compañeros y amigos de POPOPOPO.
Que gusto da reunirte con los tuyos!!!!
Los compis super majetes, nos esperaron con la cena lista y tras abrazaros, besarnos y montar el campamento en las escuelas, nos entregamos a las delicias de la cena y las copitas.
A la mañana siguiente (bueno, lo cierto es que dormimos un par de horitas) nos despertaron a golpe de dulzainas y tamboriles y, tras quitarnos las legañas menos resistentes, nos fuimos con todos los amigos de Espejo al pasacalles mañanero.
Es una bonita costumbre, la de ir pasando por las casas de diversos vecinos, donde previamente han preparado un descomunal despliegue de bebida y comida de todo tipo, dulce, salado, café, chocolate, vino, cervezas...muerte a la dieta!!!!!!!
Bailes, gaitas, risas, juegos...lo más parecido que conozco a la felicidad.
La verdad es que Laura la mujer, con el pie hecho un cisco no pudo bailar mucho, pero nos acompañó en espíritu.
Después del partido de solteros contra casados (que este año no jugué, dadas las consecuencias de mi excepcional intervención en la pasada edición) bañito en el río y comida de hermandad, donde nos pusimos como "orcos".
Siesta de tres horitas y vuelta al lío.
Por la noche, todos los compañeros nos maquillamos y disfrazamos y, tras ocupar posiciones, a las doce en punto comenzó una "Gymkana de terror", donde grupos de vecinos tenían que ir resolviendo pruebas y pasando por diferentes emplazamientos donde se llevaron un buen puñado de sustos.
A mi me tocó en el cementerio y la verdad es que con lo cagueta que soy, el rato que transcurría entre grupo y grupo me supuso unas cuantas pesadillas esa noche.
Todo salió estupendamente y ganó el grupo de los "jubilados", el premio que entregamos fue una paleta Ibérica que compramos con tal fin en la Sierra de Francia y que los vencedores tuvieron el detalle de compartir con todos nosotros.
Otras dos horitas de sueño y vuelta a los pasacalles mañaneros.
Todo el día de juerga y siestas y al fin, a la noche, tras el concurso de tortillas y en medio de la Era, iluminados por una enorme luna llena y por un par de focos montamos "Títeres en ruta".
Fue muy emotivo, ya que nos hicieron entrega de unos títeres preciosos y de una muñeca de trapo muy bonita, con una expresión increíble que hizo "Conce", una vecina del pueblo y que donó con la condición de que fuera entregada a alguna niña de Nicaragua con serios problemas en su vida.
La verdad, es que allí ayudan a 25000 niñas y mujeres a año con problemas más que serios, pero seguro que Martha Munguia, la responsable de "Acción ya " de Nicaragua, sabrá a quien entregársela.
Se leyó un texto muy emocionante y, en medio de un silencio sepulcral, los vecinos de Espejo realizaron su particular homenaje a las niñas y mujeres víctimas de abusos y malos tratos.
Tras lo serio, la diversión y el espectáculo con un publico así de majo solo podía salir fenomenal.
Todos disfrutamos mucho.
Después, y como era menester...fiestón.
A la mañana siguiente compartimos aperitivo con nuestros amigos de Espejo y, tras solventar ciertos problemas técnicos con la caravana y el coche, nos decidimos a partir.
Antes de marcharnos, las niñas del pueblo en representación de todos los vecinos, nos hicieron entrega de un detalle por parte de la asociación de vecinos.
El mejor regalo que nos ha dado esta gente es el cariño con que nos tratan siempre.
Todos: Jose Luis, Jose Ignacio, Ana, Raul y Sergio, los "ambulancieros", Julian, Josué, Angelito, Julia, Angel, Fani, Avaro, Lucas, Alba, Pablo, Fátima, Alberto, Julian, Abel, Rodolfo...en fin, ese largo etcetera de amigos que dejamos allí, todos sois una parte importante de TÍTERES EN RUTA.
Desde aquí además, queremos desearle de todo corazón a Bea, que tenga un parto feliz y que Irene llegué a este mundo sabedora de la suerte que tiene por nacer en un entorno como el de Espejo.
Muchos besos y mucha suerte a todos.
"¡Pues ahí nos veréis!, con una caravana roja y un coche lleno de lunares, viajando de pueblo en pueblo, por Castilla y León, llevando títeres, instrumentos musicales y mucha, mucha ilusión a precio de risa para que el teatro llegue allá donde nos llamen. En esta edición superaremos un nuevo reto: conseguir un montón de títeres que ayudarán a sonreir a unas cuantas niñas de Nicaragua..."
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