Antonio, el alcalde de Cristóbal y diputado por el PSOE de la Sierra de Francia, nos recibió con una maravillosa sorpresa: un delicioso estofado de Jabalí con patatas.
No saben ustedes los lagrimones que nos caían ya que eso de comer un plato caliente estando en ruta es algo excepcional.
Comenzamos a actuar las doce y veinte de la noche, ante un público peculiar, puesto que en los años sesenta, muchos vecinos de Cristóbal emigraron a Francia. Lógicamente y con el sex-apeal que tenemos los españoles, la mayoría volvieron casados y con niños y ahora durante el verano, en Cristóbal se escucha el francés en cualquier esquina y está todo lleno de niños rubitos y de ojos azules.
La función fue muy divertida, de entre los voluntarios que sacamos, salieron cuatro hermanas de una misma familia donde hay siete niñas.
Madre mía!!!!
Laura y yo con un perro salchicha ya hemos cerrado el cupo de prole.
Al terminar, nos tomamos una copita con el señor alcalde y con la misma prisa que habíamos traído, nos encaminamos hasta Los Santos, para poder acampar junto a las piscinas municipales y así al despertar, darnos un buen baño y una duchita caliente.
Buen tipo Antonio, y buen pueblo Cristóbal.
Repetiremos (también esperamos repetir ese estofado de jabalí)
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