Vivan las siestas reponedoras!!!
Y es así, estamos en la recta final, ya han sido muchos los kilómetros recorridos y muchas las funciones y vamos acuciando el cansancio.
Montamos en plena plaza, con el ayuntamiento a nuestra espalda.
Desde que la caravana hizo acto de presencia en el pueblo, un montón de chavales a lomos de sus bicis se fueron acercando a curiosear.
El pueblo estaba abarrotado de gente, ya que en estas fechas, son muchos los vecinos que retornan a sus orígenes.
Una vez más, contamos entre el público con la presencia de nuestra amiga Eva Moreno, que se acercó hasta allí con Borja, su chico, y con un montón de primos y sobrinos.
Obviamente no podíamos dejar escapar la oportunidad de aprovechar esa voz tan especial y conseguimos que presentara el espectáculo.
Llenazo de público y la verdad que todo iba muy bien, hasta que se comenzó a esconder el sol.
Fallo mio, asumo la responsabilidad, porqué calculé mal el tiempo y los últimos minutos actuamos casi en penumbra, lo que hace que los más pequeños pierdan concentración en el show, al no poder apreciarlo correctamente.
No obstante, la mayoría del público asistente ignoró las condiciones adversas y permaneció en su sitio, aplaudiendo a rabiar y compartiendo con nosotros un montón de carcajadas.
Un año más, al terminar la función Rebeca, la programadora de San Miguel nos invitó a su casa, para tomar un vinito con la familia.
No voy a repetir lo que dije el año pasado, porque sonaría a que estoy haciendo la pelota, pero hay algunos lugares donde te sientes como en casa y este es uno de ellos.
Una buena charla sobre teatro, jamón, queso, amigos...
No se imaginan ustedes lo agradable que es todo esto.
A por la siguiente!!!!
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