Quintana del pidio, Burgos.27 de Agosto de 2011

A Quintana del Pidio, nos llevó la asociación cultural "La espuela", que son quienes mantienen las actividades culturales a lo largo de todo el verano. Antes de nuestra actuación de hecho, había un taller de realización de velas artesanales y me consta que han dedicado mucho tiempo a seleccionar y preparar un buen puñado de eventos.
Bien por ellos!!!
Quintana es una localidad que se encuentra muy cerca de Aranda de Duero, junto a Gumiel de mercado, donde acudimos a actuar el año pasado.
Los vecinos son una gente bastante maja y queremos mandar desde aquí un saludo en especial al panadero del pueblo, que hace una torta de chicharrón y unas pastas de anís para quitar el sentido y que nos regaló una bolsa de rosquillas deliciosas.
Antes de comenzar, se nos acercó una señora de Burgos, que había llegado a Quintana acompañando a su marido en unos asuntos de trabajo. Como teníamos un ratito libre después de preparar el tinglado, ya vestidos y maquillados nos dispusimos a relajarnos un poquito antes de actuar, con un cafelito y un pitillo y lo cierto es que la buena señora nos fastidió el momento relax, ya que en su miopía mental, lo primero que nos preguntó, para abrir boca, es que si este era "buen negocio". Nos debió ver cara de tontos porque acto seguido, y al decirle que no era un negocio, que era algo vocacional, arremetió contra Laura, animándola a que estudiara ya que "no parecía boba".
A mi me dijo que llevaba unas pintas espantosas, y César, muy cuco él, desapareció antes de que le soltara alguna lindeza del mismo trapío. Si es que hay gente para todo.
Tratamos de explicarle de que iba la iniciativa Títeres en ruta, pero era como darse de cabezazos contra la pared.
En fin... de todo tiene que haber en la viña del señor.
Menos mal que luego se nos pasó el mal rato durante la función, ya que el público fue muy amable y divertido y al término de la representación, hubo un ratito de fuegos artificiales desde la iglesia realmente bonito.
Un tinto de verano, un poco de charla y carretera hacia Valladolid.
Por el camino a punto estuvimos de quedarnos sin gasolina, ya que no fuimos previsores y cometimos la imprudencia de no repostar estando en la reserva y viajando de noche.
De hecho tuvimos que desandar camino para volver hasta Aranda, ya que hasta Valladolid capital, no había ninguna gasolinera abierta en todo el camino.
En la gasolinera, además de nuestro gasóleo habitual, Laura compró un CD de grandes éxitos de Los Brincos.
No vean...que viajecito.
En fin, nos quedamos con lo bueno y es que ha sido un placer descubrir esta pequeña localidad burgalesa y conocer a sus gentes.
Les seguiré informando. Un abrazo para todos.